20 julio de 2008
Ya estamos en casa, en Madrid, después de un viaje rápido gracias al AVE que está acercando muchísimo Madrid y Barcelona, ya en frío, después de un día de ayer que no será de los de para recordar, por lo menos para mi.
Como titulo, hoy, igual que para las grandes vistorias cuesta asimilarlas, también en las derrotas, cuando se pierden todas las posibilidades de conseguir algo tan importante y deseado para un deportistas como es asistir a unos Juegos Olímpicos. Este año, o desde que empecé a ser atleta, hace muchos años, soñaba con asistir a ellos, y había puesto mi objetivo en los de Pekín, pero hoy ya se que no va a poder ser, no será por no intentarlo, Huelva, Milán, Barcelona, y además de entrenar, de buscar el mejor estado de forma, de cuidarte, de descansar, pero no ha podido ser, las causas las se yo, y mi entrenador, supongo que habrá que esperar unos días más para analizar que ha fallado, aunque muchas veces, en esto también influye la suerte en el deporte, son cosas que es díficl controlar, lesiones, bajones físicos, días malos, ... tampoco merece la pena dare muchas vueltas lo pasado pasado está.
Hace poco le di un consejo a una persona muy cercana que tampoco está pasando buenos momentos, una derrota no es un fracaso, el fracaso es, cuando, al levantar la vista sobre nuestro futuro, no vemos retos que nos motiven a seguir hacia adelante, a seguir intentándolo, entrenando, mejorando y buscando la victoria.
Esta vez me tocará aplicármelo a mi mismo, ahora, el objetivo o reto más cercano será acabar con buen sabor de boca la temporada con una buena actuación en el nacional en Tenerife, y después, después habrá que buscar esos nuevos retos, quien sabe, la media maratón en septiembre, la pista cubierta del año que viene, el Europeo en pista de 2010 en Barcelona y los siguientes Juegos Olímpicos de Londres en 2012 y volver a soñar.
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