05 diciembre de 2009
Ya tocaba ponerse con la tecla, y antes de escribir sobre la carrera de Aranda de hoy pues tocaba cumplir en el Blog con lo ocurrido el pasado fin de semana en San Sebastián, y es que siempre es bonito escribir de cosas que han salido bien ¿no?
Como sabéis el pasado fin de semana me fui de expedición a San Sebastián para ayudar un poquito a Rafa Iglesias de cara a su nuevo asalto al maratón en la prueba donostiarra.
El fin de semana empezó con visita a Valladolid dónde me fui en Ave-lanzadera desde Chamartín para completar el resto del viaje con Juan Carlos Granados, el entrenador de Rafa. Allí aproveché para echar un trote en las instalaciones de Renedo con Juan Carlos y Mayte Martínez y después comer con mi primo Javi que está allí trabajando en la sede territorial de Antena 3 en Valladolid.
Después de comer partimos para San Sebastián dónde ya llegamos anochecido. Hasta la hora de la cena estuvimos por el Hotel, saludando a los muchos atletas y entrenadores, entre ellos María José Pueyo y Fernando García “El fondi” que salían con la intención de atacar la mínima de Barcelona (2h35), en el Amara cerca del estadio de Anoeta y de la salida.
Se notaban los nervios, sobre todo en Rafa que estaba con ganas de correr. Después de una charla de sobremesa nos fuimos pronto a las habitaciones, mañana Wake up at 6:00 para bajar a desayunar, me adapto a los horarios de Rafa para hacerle compañía, así que hay que acostarse pronto, sobre las 11 ya estaba en el sobre.
El viento, que soplaba fuerte por la noche, había amainado algo a las 6 de la mañana, pero no demasiado, y algunas gotas acababan de empapar el suelo en la calle, estaba lloviznando. En el desayuno todo atletas, a esas horas un domingo, normal, después a la habitación de nuevo a colocar la maleta, preparar el dorsal, el chip, las bebidas y a las 8 estaba en el hall del hotel listo para la batalla.
Rafa no suele calentar mucho así que hasta las 8:30 no salimos a trotar por los alrededores del hotel llegando al arco prácticamente 10 minutos antes de la salida. Unos estiramientos, un poco de técnica y a quitarse ropa para ponerse en marcha. Los 3000 corredores nos siguieron al disparo de salida.
Los primeros kilómetros fueron un poco de nervios hasta que se formó el grupo de cabeza, se ajustaba el ritmo que lo marcaba Asier Cuevas. Los primeros miles nos marearon porque los impares parecían cortos, tiempos de 3 pelados, y los pares largos, más de 3:10 sin apenas sentir que cambiábamos de ritmo, pero los pasos cada 2km era más o menos reales sobre 6:15-6:20 así que todo perfecto.
El primer avituallamiento, en el km3,5, hubo un pequeño percance ya que Asier se frenó de golpe para colocarse detrás de Rafa por si se le pasaba o caía el bote. Los primeros avituallamientos son importantes pero el sobreesfuerzo que hizo Asier le pasó factura y sólo nos acompañó unos minutos más.
Hasta el kilómetro 9 ó 10 un grupo cada vez más reducido acompañábamos a Rafa que, a pesar de que los miles estaban más cerca de 3:05 que de 3:10 no se quejaba así que yo seguí mi marcheta con unas sensaciones no muy buenas, algo pesado, pero había que echar el resto.
El kilómetro 10, ya en la playa de Gross, junto al Kursal, con el viento de cara lo marcamos en 31 pelados y al poco Rafa y yo nos quedamos en solitario luchando contra el viento en la playa de la Concha, dónde más pegaba en el circuito sin duda.
Intenté no bajar el ritmo y lo conseguí pero al llegar a Ondarreta y enfilar hacia ese extremo del circuito me notaba tocado. Intenté tranquilizar a Rafa y para que se fuera haciendo a la idea le comenté que no iba muy bien pero que intentaría llegar al 15km… Intentaba no bajar el ritmo pero finalmente al paso por el 14km me paré y Rafa continuó su marcheta.
La verdad es que casi que le estuve haciendo un poco de contención porque me quedé en esa zona y a la vuelta en el km18 se había marcado un parcial de 12:18, ya por debajo de 3:05, y me fui trotando para el Hotel para cambiarme de zapatillas y seguir trotando por el circuito. Volví a pillar a Rafa en el km30 y ese parcial me sorprendió, un 12mil en 36:30 y algo, vaya pasada, y eso que ya venia de la Playa de Gross con el aire en contra. El mil de la Concha, que le acompañé de lejos por el carril bici, se le fue a 3:18, fue el más duro, pero se rehizo y mantuvo el tipo a ritmo sobre 3:10 y por debajo. E nuevo le animé un rato por la Avenida Zumalacarregui y ahí ya se apiadó de mi la furgoneta que le seguí y me animaron a subir para disfrutar los últimos 5km de cerca y sentado. Rafa ya estaba sufriendo pero no bajaba el ritmo y los miles seguían cayendo sobre 3:10. Iba a estar por debajo de las 2h11 si no desfallecía y no lo hizo.
La alegría en meta era inmensa, todos sus amigos y familiares lo celebraron, entrevistas, fotos y, como no, un poco de aseo y al antidoping para después realizar la entrega de trofeos.
Ciertamente mi ayuda no fue muy grande, pero al final el que tenía que cumplir, las piernas que tenían que cumplir, eran las de Rafa y vaya si lo hicieron!!!
Ahora se habla de la marca que valdrá Rafa, se especulará con lo que hubiera podido hacer con mayor oposición o liebres que le acompañaran durante más kilómetros, pero ahí queda su marca y, espero que llegue a Barcelona este verano en el mismo estado o mejor de forma porque seguro que lo podrá hacer bien.
Por mi parte ahora espero seguir con mi preparación de Maratón y que Rafa, si puede, me devuelva unos kilómetros de compañía para mi debut maratoniano ;-) Hasta entonces toca entrenar duro.
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