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martes, 25 de septiembre de 2018

Mi crónica de la Maratón de la Ultrapirineu 2016






Lo cierto es que la maratón de la Ultrapirineu no entraba en mis cálculos al inicio de temporada, en gran parte por desconocimiento del calendario de trail nacional que hace que aún se me escapen muchas pruebas. Pero quedarme con las ganas de correr en la OCC merecía un buen broche final a la temporada de carrera de montaña y, aunque era un poco locura, sabiendo que estaría el 10 de septiembre en la Canfranc-Canfranc me decidí a disputar también la maratón de la Ultrapirineu.
Mi idea era que, aunque pudiera estar algo “cascado” de la dureza de la prueba de Canfranc, 2 semanas antes, las características de la maratón de la Ultrapirineu, mucho más corrible y con menos desnivel, podrían ayudarme a que no se me atragantara.

Estudiando la prueba, joven aún ya que la de 2016 creo que es la 3ª edición, la original es la ultra, heredera de la Cavalls de Vent, por lo que digamos que es su hermana pequeña, tuve buenas referencias de mi compañero Genis Zapater, 4º en 2015, con la victoria de Alfredo Gil, al que conocí en la Transalpine 2014.

Además del recorrido, la dureza de la prueba vendría también por los rivales, de gran entidad y que endurecerían el acceso al podio. El principal favorito, Ismail Razga, al que ya “sufrí” en Zumaia cuando me pasó como una exhalación ascendiendo el Andutz y ya no lo volví a ver aventajándome en 8 minutos en meta dónde batió el record de la prueba además de hacerse con la victoria.

Pero vamos con la crónica empezando por el material.
A parte del material obligatorio, al ser una prueba más corta, en el tiempo, y con buena climatología, no hizo excesivo calor aunque si algo de humedad, decidí, aunque llevaba la mochila ASICS, dejar el Camel back en casa y subsistir con dos flash flexibles de 500ml que dieron bien de sí.
En los pies las Asics Fuji Endurance, que tocará jubilar en breve con más de 500km de monte este verano. Por supuesto sin palos y los manguitos y la braga me sobraron enseguida así que en manga corta y pantalón que hice la prueba completa.

El día anterior llegamos muy justos a la cena y alojamiento en Bellver por lo que no pudimos disfrutar del pueblo. Sin embargo se convirtió en una grata sorpresa descubrir su belleza con la salida desde la plaza del casco antiguo. Partí andando en buena compañía con otros corredores desde el albergue de La Bruna, a poco más de 1km de la salida. Una vez arria calenté un poco por el camino de ronda de la antigua zona fortificada del casco antiguo, poco más de un kilómetro y a dentro de la zona de salida reservada delante para hacer el trabajo de movilidad articular, algo de técnica y estiramientos y empezar a saludar a atletas, espectadores y organizadores.

Se notaban los nervios de una gran cita y cuando terminó la cuenta atrás a las 8:00 salimos en tromba con ganas de iniciar la ruta.

El perfil de la prueba nos llevaba de forma ascendente, más o menos continua hasta casi mitad de prueba dónde alcanzábamos la cota máxima de unos 2500m. A partir de ahí bajada de nuevo hasta los 1000m con una ligera subida final y bastante terreno llano o variable, pero sin grandes desniveles.

Mi objetivo era intentar aguantar en la cabeza hasta la bajada dónde esperaba defenderme bien y poner ms cartas en la mesa en el terreno más corrible.

Sin embargo, a los pocos kilómetros de salida, tomamos la cabeza de un buen grupo Miguel Caballero y yo marcando el paso en las subidas e incluso tomando cierta ventaja, 20-30” sobre un grupo perseguidor. Nos permitimos presentarnos y charlar un poco los dos en una zona de falso llano amplia, pero nos despistamos y seguimos recto cuando había que tomar un sendero a la derecha sobre el km9. Agradecer a nuestros compañeros que nos avisaran, Razga entre ellos, y tuvimos que retroceder y alcanzarles de nuevo.

Aunque en poco tiempo nos colocamos en cabeza tirando, sobre todo Miguel Caballero, el selecto grupo de 5 corredores que quedábamos en cabeza llegamos juntos hasta la cota máxima aunque Abdelfatah Dalal y yo íbamos haciendo un poco la goma remontando cuando había algún descanso de desnivel en la subida.

En el inicio de la bajada Ismail Razga juega sus bazas y se lanza a tumba abierta en una bajada que alternaba sendero y zonas más abiertas, pero con hierba, tierra y piedras, Abdelfatah Dalal y yo nos lanzamos en su persecución dejando a Miguel Caballero y a Jordi, que se cayó en ese tramo, atrás.
Llegamos al segundo avituallamiento a unos 20” de Razga y a partir de ahí parecía que se tendía el camino y ensanchaba, pero se me atragantó el control de material y perdí un minuto en el avituallamiento por lo que se me escapó Abdelfatah Dalal y me adelantó Caballero saliendo del avituallamiento en 4ª posición.

En la parte más plana alcancé a Caballero y en la zona de bajada de sendero me escapé con la intención de intentar alcanzar a Abdelfatah Dalal. Algo que hice antes del avituallamiento de Martinet no sin forzar la máquina en esa parte de bajada más de pista con un tramo de cemento en el que marqué el parcial más rápido (3:07 en Strava y 2:55 en el MOVE).

Abdelfatah Dalal no paró en el avituallamiento y yo si que aproveché para beber algo, aunque no recargué los Flash que llevaba aún a medias, en seguida lo alcancé remontando el río Segre, 3 minutos nos dieron de referencia con Razga, ya veía muy complicado alcanzarle sobre todo porque la fatiga se notaba. Sin embargo Abdelfatah Dalal iba peor que yo y su ritmo, en terreno plano o ligera subida, era muy tranquilo, o eso me parecía, así que cuando empezamos a remontar el Torrent de Ridolaina le pasé y me fui buscando un ritmo más exigente que me fuera acercando a meta. Aún nos restaba un obstáculo de subida, corta pero intensa, que hice en su mayor parte andando, para llegar a lo alto y enfilar ya la parte final, algo más de 5km corribles con planos, ligeras subidas y bajadas hasta Bellver.


Arriba de la subida un espectador me da la referencia de 2 minutos al primero, la verdad es que no me lo creo mucho, he ido muy tranquilo y dudo que le haya remontado un minuto a Razga, sigo a lo mío intentando correr sub 4’/km en la parte más corrible de la maratón del Ultrapirineu, paso el último avituallamiento, en el que no paro, y con ganas de llegar a meta por algunas molestias en el abductor.
Ya en los kilómetros finales empieza a haber más aficionados y alguno me da referencias de un minuto y medio o menos a Razga, pero no alcanzo a verlo, finalmente llegando al polideportivo de Bellver me sorprende oír su entrada a meta cuando a mí me faltaban escasos metros por lo que confirmo que realmente no lo llevaba muy lejos, no sé si lo hubiera podido pillar o si hubiera tenido capacidad de reacción para un último cambio, pero me quedo con lo positivo de que hemos reducido la distancia de 8 minutos que me aventajó en Zumaia a un minuto escaso en la Ultrapirineu.

La llegada a meta muy emotiva con mis peques, Ariadna y Alicia, cumpliendo el objetivo de colarme en el podio y con sensaciones hasta de que se me había hecho corta la carrera, supongo que después de Canfranc a cualquiera.


También me sorprendió el tiempo, al habérseme parado el Suunto al darle sin querer en el segundo avituallamiento, el primero de la bajada, me perdí al menos 2km de la ruta y no tenía claro para cuanto tiempo iba, pensaba que me habría ido a las 4h10 o así y fue una grata sorpresa ver que habíamos hecho 4h02 (Ragza 4h01) mejorando el tiempo de Alfredo Gil del pasado año que ganó con 4h03.

Abdelfatah Dalal, que competía en su primera prueba de montaña de distancia maratón, suele correr distancias más cortas, llegó a meta 5 minutos más tarde, se le hizo largo el final, prácticamente le cayeron esos 5 minutos en los últimos 8km, y la medalla de chocolate fue para Miguel Caballero. Sergi Masip, con el que compartí muchos kilómetros en el maratón de Val D’Aran en agosto, dónde fue segundo, confirmó la buena temporada de verano que está haciendo con un buen 5º puesto a pesar de la caída. Así pues el grupo de cabeza que coronamos la cota máxima, mantuvimos el tipo y los puestos hasta el final.


Resumen de hidratación/alimentación

De salida llevaba los dos flash de 500ml a tope con agua, al primer avituallamiento llegué con ellos a medias así que vacié uno de agua y lo rellené de isotónico. En el segundo avituallamiento rellené ambos aunque estaban a medias. En el tercero, el de Martinet, sólo bebí un vaso de agua y un poco de cocacola y tiré de los flashes y en el último, a 5km de meta, no paré.
Tomé dos pastillas de sales minerales de 226ers (1h30 y 2h30 de carrera aprox) y gominolas (2 cada 20-30’) y sólo un gel con BCAAs en la 3ª hora de carrera





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