Nunca me ha importado realizar los llamados “tests”. Pienso que, bien planificados y ajustados pueden darnos referencias interesantes de cara al entrenamiento y a veces a la competición.
Hay que tener muy claro, eso sí, que es lo que buscamos y, desde luego, muchas veces son una referencia indirecta de nuestro estado real de forma a la que hay que acompañar con los entrenamientos previos, la climatología, si se realiza al aire libre, y demás.
Esta semana hemos realizado los primeros Test de Lactatos específicos de maratón que suele realizar la RFEA a los seleccionados para dicha prueba en los campeonatos de verano. No me parece un mal peaje por saberte seleccionado desde el mes de mayo para la competición de más caché atlético de la temporada así que allí estuvimos dando el cayo y con unos buenos resultados, desde mi punto de vista, ante la falta de referencias en este tipo de tests ;-)
Allí estuvimos todos los de la partida para Barcelona excepto Chema Martínez que había disputado la Copa de Europa de 10.000m ese fin de semana y pidió no tener que realizarlos. Rafa Iglesias, José Ríos, Nacho Cáceres, Javier Díaz carretero y los´"reservas" Pedro Nimo y José Carlos Hernández.
Las pruebas se realizaron en dos días, martes y miércoles por la mañana, en las que tuvimos un tiempo fresco e incluso lluvioso en la confirmación el miércoles, pasado por agua. En total 60 vueltas a la pista de atletismo por la calle uno que espero que no pasen factura a nivel muscular en estas semanas de mucho volumen de trabajo.
Recuerdo bien mi primer “test” allá por 1995 cuando aún era júnior de primer año, actualmente juvenil de segundo según las categorías. Ese año había empezado a entrenar con Miguel Ángel Monge que tomó el mando de las escuelas de atletismo de Mérida. Recién licenciado en el INEF de Madrid buscaba conocer las características del más destacado de sus atletas así que me propuso, en el gimnasio de un amigo, realizar un test de Harvard del escalón. En resumidas cuentas, un minuto a un ritmo marcado de subir y bajar un escalón con el pulsómetro y al acabar el tiempo sentarme en el mismo y anotar la bajada de pulso en un minuto… el resultado, una estimación de unos 60 de VO2max relativo a mi peso… nada exagerado. A partir de ahí fuimos buscando otros test más fiables desde test de campo hasta en el tapiz rodante en el que fuimos afinando las estimaciones y empezar a ver hacia dónde dirigir el trabajo a largo plazo.
Un buen ejemplo, desde mi punto de vista, en esos test a edades tempranas, además de descartar problemas cardíacos en esfuerzo, fue la de tener una idea de cuales podían ser mis futuros limitantes a nivel cardiovascular ya que en dichos primeros tests aparecía, para el médico en cuestión, el perfil de un corazón potente pero pequeño con unos niveles de consumo máximo de O2 relativamente bajos para mi especialidad (De aquellas hacía 1500m al aire libre) por lo que sirvió a mi entrenador y a mi para planificar a largo plazo un trabajo aeróbico más extensivo y de mayor volumen en pos de cubrir dichas deficiencias.
Con el tiempo, 11 años de entrenamientos con Miguel hasta la temporada 2005/06 que comencé a entrenar bajo las órdenes de Antonio Serrano en la madurez de mi carrera deportiva, creo que nos puede haber dado la razón y el trabajo ha sido muy bueno para llegar a la madurez de mi carrera deportiva, en pruebas de fondo tanto en pista como en ruta. Tengo, por ejemplo, resultados de tests, tanto de tapiz como de campo, realizados con analizadores de gases por encima de los 75 de VO2max relativo por lo que la mejora ha sido ostensible y me he podido defender bien en una prueba como es el 5.000m en pista, posiblemente la prueba que más demanda este recurso por sus características de potencia aeróbica.
Ahora en la maratón dichos valores máximos son importantes, pero no son el limitante sino la capacidad de trabajar con ellos de forma estable a ritmo de la maratón, un ritmo mucho más cómo si comparamos el sub2:40 de un 5.000m con correr a 3 poco el mil de un maratón (Cosa que aún no consigo je je, fui a 3:09 en Sevilla).
El caso es que cumplimos con los tests confirmando a un ritmo similar al de mi marca personal de Sevilla y que habrá que mejorarlos dentro de un mes que los volveremos a repetir a escasas 3 semanas de la maratón de Barcelona.
Hasta entonces toca el mes más duro de entrenamientos de la preparación con volúmenes muy altos de kilómetros, para mi, alrededor de los 180km, y trabajando con intensidades de maratón. El resultado… lo veremos en Barcelona ;-)
No hay comentarios:
Publicar un comentario