Tras mi post anterior sobre el abstrac del estudio del laboratorio de Lausanne que abre la posibilidad de la puesta en marcha del pasaporte biológico por parte de la IAAF apoyada en el mismo y que lo respaldan a la hora de vincular el perfil hematológico con la utilización de técnicas prohibidas en el reglamento antidopaje como las transfusiones sanguíneas y demás, conocido todo ello como dopaje sanguíneo, toca sacar una serie de conclusiones con los pies en el suelo.
Como bien nos indicaba Carlos Arribas en su articulo en El País, desde la IAAF hace años que se sospecha de la existencia de este tipo de practicas, no en vano el estudio se puso en marcha en el año 2001, y se pregunta el periodista el porqué de no haberse puesto en marcha antes dicho pasaporte biológico y la duda que existe de que, con esos datos en la mano (un 14% de resultados “sospechosos” y llegando dicho porcentaje hasta el 40% en algún país), si se abrirán expedientes sancionadores por parte de la IAAF y de la AMA contra dichos deportistas o será a modo intimidatorio poniéndose en marcha los procesos sancionadores a partir de este 2011.
Muchos, en caliente, pensaríamos en lo primero, que se sancione, pero es probable que la aplicación de principios jurídicos a rajatabla nos digan que no se podrán aplicar sanciones salvo que esos datos se confirmen a partir de ahora.
Sin embargo este anuncio, aunque no resulten sanciones, cambia el escenario de dichos deportistas y entornos que utilizaban estos métodos prácticamente con total impunidad, salvo algunos casos que por accidente (Transfusiones en mal estado que provocan hospitalizaciones por septicemia) o de forma colateral a través de operaciones policiales. Por tanto muchos de ellos, espero, tendrán que plantearse continuar con dichas practicas ya que el mensaje esta claro por parte de la IAAF: tenemos un método para detectar lo que estáis haciendo y con el que os vamos a poder sancionar aunque no deis positivo en los controles de orina.
Ya no valdrá aquel mantra de “yo nunca he dado positivo en un control” que han tenido en su boca muchos presuntos cuando lo que realmente se persigue no es tanto el positivo en el control como el uso de sustancias y métodos prohibidos… si acaso su defensa fuera “nunca he utilizado ninguna sustancia ni método prohibido del reglamento antidopaje salvo con autorización correspondiente” eso seria mas verosímil y no una falacia… como ejemplo automovilístico no es lo mismo decir que nunca te ha “cazado” un radar de velocidad en carretera que decir que nunca has circulado por encima de la velocidad máxima permitida de la vía… creo que es notable la diferencia ¿no? Sería pasar del radar fijo de velocidad a los actuales que se están empezando a colocar que calculan la velocidad media de un tramo determinado ;-)
Esta claro que la carrera por el dopaje siempre será desigual, probablemente esos médicos y deportistas “tramposos” estén pensando en productos que les ayuden a “enmascarar” sus valores sanguíneos y engañar al pasaporte biológico pero todo ello ira complicando el proceso de dopaje y diluyendo, en muchas situaciones, las “ventajas” que otorgan a estos tramposos.
Por tanto la IAAF tendrá que, una vez culminado este episodio, igual que en su momento con la detección de la EPO, o la detección mas actual hormona del crecimiento, dirigir sus miradas a este nuevo campo que se va a abrir que es el de “trucar” los valores sanguíneos que se tienen en cuenta en dicho pasaporte biológico, por eso es importante saber qué valores y en qué correlaciones se basa dicho pasaporte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario