Cuando el oncólogo Cristóbal Belda apareció por primera vez en el ámbito del dopaje, no os voy a engañar, no lo hizo de una forma positiva para mi ya que sus conocimientos sobre oncología servirían para la defensa de Marta Dominguez en su intención de "echar por tierra" la validez del Pasaporte Biológico.
Sin embargo, como sucede en muchos casos con la ciencia, lo que puede servir (Aún no hay sentencia firme por parte del TAS sobre el caso Marta Domínguez) para que una atleta no sea sancionada abrió la caja de Pandora para desarrollar una posible revolución en el mundo de la detección del dopaje en el dpeorte.
Como podéis leer en el artículo publicado ayer en El País: La huella imborrable del dopaje y, mucho más gráficamente, entenderlo en este vídeo de apenas 3 minutos del científico Eduardo López-Collazo, se ha abierto una nueva línea de investigación que puede dar, como fruto, no poder detectar si un deportista ha tomado una sustancia dopante en alguna ocasión por la huella que la presencia de esta sustancia deja en su sistema inmunológico.
Me parece una vía de investigación muy interesante y en la que el COI ha invertido casi 400.000 € para desarrollarla a este equipo de investigadores españoles.
Quién lo pensaría hace unos años que en España, de "paraíso del dopaje" podríamos pasar a desarrollar un método de detección que podría acabar con el dopaje en el deporte.
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