Fotos de Amaya Sanfabio
Estas próximas semanas van a ser intensas competitivamente, pero la jornada de ayer en Almendralejo, aunque se pueda pensar que deportivamente menor por ser un campeonato regional, para mi fue bastante especial.
El campo a través, aunque nunca ha sido mi prueba y pocas veces ha estado en mi punto de mira en cuanto a objetivos, se que es una prueba que reúne a casi todos los protagonistas del fondo, desde la pista, la ruta hasta los croseros puros y, por lo tanto, sus títulos o resultados, merecen una atención especial. Es como un "todos contra todos" de las pruebas de fondo.
Sumo en mi haber 3 campeonatos regionales en categoría absoluta de campo a través, hasta el año pasado los tres en los que había participado. En Mérida en 2013 sufrí la primera derrota y este año venía con ganas de revancha, a sabiendas de que los rivales no lo iban a poner nada fácil.
De salida Ricardo Rosado y Houssame Bennabou serían los favoritos y Carlos Gazapo demostró en Torrejoncillo que podría estar en la pomada. En mi cabeza no estaba poner las cosas fáciles.
Amaneció un día soleado en Mérida y, también en Almendralejo. Nos desplazamos un poco antes al circuito porque Amaya disputaba la prueba open sobre 5kms en la que venció en categoría femenina sin oposición.
El circuito, que se había tenido que modificar por problemas con las lluvias de las últimas semanas, había quedado reducido a un par de explanadas, una donde estaban las rectas de salida y meta y otra donde, delimitado por varias filas de árboles, discurría un auténtico Zig Zag con 6 curvas de 180º tres de ellas con un árbol de giro cerrado y otras tres más abiertas pero en las que había que frenarse bastante.
Además, la zona que había sobrevivido estaba bastante seca, tierra compactada en la que no hacía falta el uso de zapatillas de clavos por lo que podía reservarme algo muscularmente para Coruña.
El circuito pensaba que me podía beneficiar ya que no me importa un trazado sinuoso y suelo gestionar bien las curvas y dificultades de ese tipo pero, cuál sería mi estrategia. En el fondo creo que pensaba que podría ganar, pero creo que tanto Ricardo como Houssame pensaban lo mismo por lo que se planteaba una batalla dura en la que nadie querría ceder.
Lo que tenía claro es que correr en cabeza en un trazado tan sinuoso me podría beneficiar así que de salida tomé la cabeza, aunque creo que con más intensidad de la que pensaba porque en algún momento en los primeros compases llegué a escaparme unos metros del grupo en solitario y con Carlos Gazapo.
El primero paso por meta de las 8 vueltas que tendríamos que completar, 12km en total, lo hicimos en 4:45, teniendo en cuenta que tenía unos 50-60 metros menos por el desplazamiento de la salida a la otra recta, ya me olí de que las vueltas eran largas. No íbamos a 3:10 ni de lejos y la pérdida en las curvas no podía ser tanta.
Continué en cabeza trazando con intensidad las cerradas curvas, me escapaba unos metros sin querer que luego tenía que remontar el grupo. La verdad es que a posteriori quizás me hubiera compensado hacer unos kms más suaves ya que caminando en grupo de unas 6-8 unidades los que viajaban en el centro y cola del grupo hubieran acumulado más problemas y tropezones, pero no me encontraba mal y seguí tensando hasta que en la 2-3ª vuelta el grupo se fue reduciendo a 6, luego a 4 y hasta que descolgamos antes de finalizar la 4ª vuelta, antes del ecuador de la carrera a Carlos Gazapo y nos quedamos el trío de cabeza.
Las vueltas las íbamos marcando entre 4:55 y 5', ni de lejos íbamos a 3:20, pero bueno, un cross plano y rápido de 40' me podría beneficiar si el ritmo era alto. En la 5ª vuelta me tomé un respiro y dejé la cabeza a Ricardo Rosado, muy atento durante toda la prueba solía ser el primero que me alcanzaba la espalda tras los giros. Houssame parecía llevar una táctica más conservadora aunque con el esfuerzo extra de tener que recuperar 3-4m en cada recta del ZigZag.
El ritmo bajó pero al final de la 5ª vuelta volví a ponerme en cabeza y tensar el ritmo. Ya tenía claro que mis dos compañeros de viaje estaban más enteros que yo pero no iba a vender barata la victoria así que el final de la 5ª y principio de la sexta vuelta volví a tensar el ritmo de carrera.
La verdad es que veía que no conseguía resultados y a esas alturas si alguien l va pasando mal, con los contínuos cambios de ritmo ya hubiera mostrado una debilidad así que sólo faltaba buscar la sorpresa. Me relajé un poco al final de la sexta vuelta y en la séptima, algo menos de 3km para el final, cuando llegamos a la zona de los zigzags, en la primera curva cerrada salí en cabeza, apreté los dientes y lanzé un ataque fuerte, llegué a un giro d 180º con árbol y mantuve el cambio, aquel ritmo no podría mantenerlo mucho más, pensaba poder abrir hueco y quizás confiar en que mis rivales dudasen se sus posibilidades, pero Ricardo respondió muy duro y lo tenía en mi espalda y a Houssame prácticamente le había metido 5 metros.
No les sorprendí, o sí, pero no tenía fuerzas suficientes. Quizás si hubiera podido mantener ese cambio dos rectas más hubiera minado su moral, pero el agarrotamiento invadía ya mis piernas y quedaba vuelta y meia, tuve que levantar el pie, nos agrupamos, me arropé a sus espaldas y a sufrir. El rimo no bajó mucho, las espadas estaban ya en alto y a duras penas me mantuve a cola hasta el final de la 7ª vuelta que cubrí en 4:49, luego en la última, los metros fueron aumentando y me tocó ser espectador de primera fila del desenlace final en la lucha por el título regional, como el año pasado en Mérida, desde la barrera del 3er puesto.
El final cambiaron las tornas y Ricardo se llevó este año el gato al agua estrenándose como mejor extremeño de campo a través en 2014, Housamme sigue creciendo y seguro que en el nacional de Mérida conseguirá un gran resultado en su segundo año en categoría promesa.
Por mi parte, muy contento, llevé el peso de la prueba, ataqué, jugué mis posibilidades, exprimí mis fuerzas y no quedé lejos de la lucha por la victoria.
Ahora a descansar y el próximo domingo tocará pelear 21kms