Desde hace más de un año comparto una tertulia mensual para
hablar de aspectos relacionados con el deportista. El principal es sobre la
retirada del deportista y todo lo que rodea este proceso de “jubilación”, pero
a veces tocamos otros temas que pensamos que afectan a los deportistas.
Hace unos meses salió un tema a la palestra ya que se
planteó si los deportistas son libres de emitir su opinión pública sobre
diversos temas. Existe una opinión generalizada de que los deportistas se
tienen que dedicar a competir y a entrenar y no preocuparse de nada más, como
si por su condición de deportistas dejaran de lado su condición de personas y
de ciudadanos.
Existe una gran presión sobre los deportistas, mayor cuanta
mayor es la importancia y visibilidad de los mismos, que limita que hagan
visibles sus opiniones personales en algunos aspectos. En otras ocasiones es la
propia presión social asociada a su reconocimiento o a la visibilidad de estos
deportistas, la que parece limitar o restringir su capacidad tocar determinados
temas de forma pública.
Pero no hay que buscar en momentos históricos, en los
pasados JJOO de invierno de Sochi se llegó a la prohibición a algunos
deportistas de portar un crespón negro con motivo del homenaje a un deportista
fallecido durante los entrenamientos de preparación de los JJOO.
O más local, todos recordaremos la multa que impuso la federación
española de fútbol a un futbolista por mostrar un mensaje en su camiseta de
apoyo a los niños enfermos de cáncer en Jaén. Finalmente se reclamó y creo que
se retiró, pero la normativa establece la iposición de una multa sea cual sea
el mensaje.
Como vemos, en las competiciones deportivas existe una
normativa muy estricta que impide y limita la muestra de cualquier tipo de
mensaje, en cualquier forma, en competiciones oficiales bajo la amenaza de
descalificación, multa, etc.
Todo este control puede justificarse en hacer de la competición
deportiva algo externo a cualquier interés político, y también económico para
asegurar el control por parte de los patrocinadores principales de los grandes
eventos deportivos. Pero sabemos que va mucho más allá y que la mayoría de los
deportistas, sobre todo los que concentran mayor notoriedad, prácticamente se
autocensuran opiniones sobre temas delicados que pueden ir desde la política, a
la religión, etc.
Esto se deberá a que dichas opiniones puede jugar en contra
de la reputación y de los intereses deportivos y económicas que rodean al
deportista o a su entorno (Clubes, deporte, …), sin embargo no tiene sentido en
otros aspectos mucho más cercanos e internos al deporte como puede ser la lucha
contra el dopaje.
El dopaje es una de las amenazas más graves para el deporte
de alto nivel, para la esencia de la competición, para su credibilidad y para
sus valores que le convierten en un vehículo ideal para la transmisión de
hábitos positivos tanto relacionados con la salud como educativos.
Sin embargo pocos mensaje públicos y espontáneos en se puede
ver en competiciones o en su entorno por parte de deportistas ligados a promover
un mensaje de deporte limpio de y lucha contra el dopaje.
Prácticamente sólo vemos ejemplos de campañas
institucionales o de declaraciones en momentos puntuales relacionadas con casos
de dopaje o intervenciones de las fuerzas de seguridad públicas en la
desarticulación de redes de venta de sustancias dopantes o de dopaje.
Esto parece que va cambiando poco a poco, en internet
podemos encontrar una web en la que un atleta español ha desarrollado unos
diseños de camisetas o de ropa con el slogan #doppingisforlosers y que
cualquiera se puede comprar y lucir.
O en este pasado campeonato de España de atletismo en pista
varias atletas de primer nivel lucieron un mensaje tras la competición con los
mensajes “Doping is for losers” y “Clean Sport is for bravers”.
Sin embargo he podido ver y sufrir como dicha acción ha sido
puesta en la picota y criticada, más aún tras ser compartida por la cuenta
oficial de la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (@AEPSAD),
por parte de deportistas, aficionados e incluso algunas personas relacionadas
con las instituciones deportivas.
Mi opinión la tengo clara: me gusta este mensaje, me gustaría ver
más y más a menudo este tipo de mensajes espontáneos por parte de deportistas,
porque es un mensaje al entorno del deporte desde los protagonistas del mismo,
un mensaje que cala y que tiene credibilidad, porque la única forma de luchar a
largo plazo contra el dopaje, es la educación de las futuras generaciones de
deportistas, entrenadores y dirigentes para que tomen atajos que nos afectan a todos.