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lunes, 4 de julio de 2016

Crónica de mi debut oficial en montaña. 3º en la Zumaia Flysch Trail, Campeonato de España de clubes de montaña


Espectaculares vistas y paisajes de mar y montaña en la Zumaia Flysch Trail 2016



Mi pequeña experiencia en montaña en 2014 fue muy gratificante, cuando colgué las zapatillas de trail, es un decir, tras la 8ª etapa de la Transalpine Run en septiembre de 2014 sabría que habría una siguiente vez.

Ese año la montaña fue un retiro espiritual, un viaje interior en busca de la ilusión por correr, esa actividad que siempre me ha gustado y por la que quería recuperar esa emoción, esas ganas.

Este año volvemos a las andadas, quizás de nuevo como un viaje exploratorio, pero también como una salida de la zona de confort.

En la pista y en la ruta conozco mis límites y es complicado mantener la motivación al 100% para llevarte a esos límites, a intentar sobre pasarlos. En la ruta, al igual que en la pista, los límites son los tiempos, los ritmos, las marcas, y quizás necesitaba explorar otros límites a los que nos podemos acercar en la montaña.

Pero bueno, tras esta introducción motivadora, vamos al lío con la crónica de la prueba:

El reto BeatTheSun de ASICS abría el fuego del verano montañero y ya desde mayo he intentado hacer, al menos, una salida de entrenamiento por montaña a la semana.

La primera recomendación que me hicieron fue el maratón de montaña de Zumaia. Por sus carcacterísticas, muy corredora y no excesivamente técnica, se podía adaptar bien a mis características y aprovechar el punto de forma de la ruta del final de primavera (1h05:58 en la media de Gijón por ejemplo). A partir de ahí tocó estudiar el recorrido y gracias a la buena voluntad de la organización, planificar un viaje estupendo de 4 días a Zumaia y conocer el Flysch.

También tramité mi licencia de montaña por el "Tierra Trágame" madrileño de la mano de Juanma Agejas ya que en Zumaia se disputaría el nacional de clubes de la federación de montaña, lo que le daba un extra de densidad y de nivel a la prueba.

Una vez en Zumaia comenzó el debate interior, aunque busque mis límites, como he dicho, no sólo busco los del crono en esta etapa, y no estaba al 100% convencido de salir a disputar la prueba, a probarme, pero el empeño e ilusión de la organización de la prueba, encarnada en su cabeza visible, Bosco Garitano, la ilusión del club "Tierra Trágame" por conseguir un ansiado podio por equipos y la insistencia de mi segunda de abordo, Amaya, hizo que decidiera salir a probarme y a disputar la prueba al 100% a riesgo de que la prueba no saliera tan bien.

Las sensaciones eran buenas, dos días de descanso completo (jueves/viernes) y un suave calentamiento el sábado, hacían que estuviera muscularmente preparado para afrontar el reto.

Os dejo el resumen del Strava


8:30 de la mañana, se da la salida a la prueba de maratón.

Muchos galgos en esa salida, conozco a los más importantes por sus historiales y algunos resúmenes y vídeos de internet, primeros 2km por las calles de Zumaia para estirar el pelotón, ritmo tranquilo, 3:45, tanto que Azahara viene con nosotros y Miguel Ferrer, el riojano, se escapa unos metros.

Antes de llegar al inicio de la primera subida bromeo con Merillas, habrá que estirar el grupo para que no haya tapón, hay muchos corredores, así que acelero un poco pero nadie me sigue y empiezo a escaparme. Los primeros compases de la subida intento contemporizar, pasitos cortos, ritmo que me parece sostenible, pero nadie se lanza a por mi. Poco a poco abro hueco y voy alcanzando a Ferrer. Voy cómodo así que tampoco hay que parar, ya me alcanzarán.

Sobre el km3-4, pasado el caserío, alcanzo a Miguel Ferrer, hablamos un rato y vamos juntos, él fue 7º el año pasado, pasamos el primer avituallamiento en el que me paro 10-15" para beber y rellenar la botella de agua, hace calor y mucha humedad y cuando suba el Sol irá a peor así que hay que beber mucho desde el inicio.

Seguimos Miguel Ferrer y yo los siguientes kilómetros, por detrás parece que se desgrana el grupo y comienzan a acercarse unidades. Sobre el km10-11 nos alcanza creo que Walter Becerra, me pego a él y Ferrer se descuelga, por detrás un ramillete de atletas en parejas o solitario se reconocen en los zigzags de la subida.

En una de las subidas me escapo de Becerra y marcho en solitario, llevamos varios atletas cerca a menos de un minuto, pero no miro mucho para atrás, comienza el tramo espeífico del maratón y nos vamos adentrando en el interior hacia las dos cotas máximas de la prueba Andutz y Salsamendi.

Mantengo bien el ritmo aunque sobre el primer tercio de la prueba ya empiezo a notar que el ritmo es más alto de lo que pensaba, llevo buenos galgos detrás pero espero que no sea un ritmo suicida.

En el inicio de la subida final a Andutz me alcanza el ganador final de la prueba, Ismail Razga, va con una marcha más y no hago por seguirle el ritmo de subida. Por detrás me parece ver una pareja perseguidora, uno de ellos me parece el andaluz Dani García, pero no estoy seguro. Yo sigo en mi marcheta y en el Alto de Andutz me cantan una diferencia con Razga de menos de 1'.

Bajamos un poco antes de afrontar la subida a Salsamendi, una subida brutal, un inicio con cuerdas de ayuda, que aún pienso cómo hubiera subido sin ellas, y el resto de la subida casi una trepa agarrándome a lo que podía para poder ascender al ritmo que me dejaban las piernas. Muy duro, y para completar un cresteo por una zona de rocas con mucha arista en la que, tras un par de sustos, opté por modo supervivencia, y lento pero seguro, conformarme con no caer y hacerme daño.

Llegué a la cima fundido, la diferencia con Razga ha subdo a 4', en el inicio de la larga bajada cai dos o tres veces sin consecuencias, al fallarme las piernas o el equilibrio, seguía segundo y no me explicaba como nadie más me había alcanzado.

En ese momento rayábamos el ecuador de la prueba, km20-21, y me empezaba a plantear si no me habría suicidado con el ritmo inicial, pero en la bajada empecé a recuperar sensaciones y seguía corriendo a buen ritmo aunque los isquios amenazaban con subirse a la mínima. El paso debajo de la autovía parece que he reducido algo la distancia con Razga a 3' pero no se si es mi objetivo, falta mucha carrera.

Sobre el km24-25 acabó la bajada y empezaba la zona de correr, pero también algún repecho. El director técnico de la prueba nos comentó como lugar clave era una subida larga en esa zona hasta un caserío... esos kilómetros fueron mi momento de crisis. Derrepente, ente el 28 y el 32 aprox no sólo se me subían los isquios, se me pusieron los cuádriceps (Creo que el sartorio o vasto interno) y los abductores como piedras. Mendigué en un par de avituallamientos alguna pastilla de sal que no me había llevado (Fallo gordo). Tuve que bajar el ritmo en subidas, andando con dificultad, aunque podía correr algo más en llanos y casi bien en bajadas. Con más de 10km por delante pendsé que aquello se iba a convertir en un suplicio y que me había estrellado, pero me dediqué a beber y a meter un par de geles en pocos minutos buscando un revulsivo que parece que encontré justo a tiempo antes de que me alcanzada Dani García sobre el km33.

La diferencia de algo más de un minuto que acumulaba sobre él se desvaneció tras hacer un recto en un cruce de bajada sobre el km31-32 en el que casi perdí un minuto, me alcanzó sobre el 33km. Pero me enganché a su estela pensando que, aunque no pudiera con él, al menos podría afianzar el podio sin saber quienes más venían por detrás (Mi amigo Pedro José Hernández marchaba 4º a unos 2')

Así marché, con Dani a tiro de piedra hasta la última bajada antes de acercarnos a Zumaia, km39, Dani se me escapó un poco y decidí tomarme un respiro en el último avituallamiento antes de afrontar las subidas a San Telmo y la final. Iba muy justo y empezaba a notar el calor con algo de mareo. Paré en todos y cada unos de los avituallamientos y creo que entre la botella y los vasos pude beber fácil unos 6-7 lítros de líquido en la prueba.

Afronté la subida a San Telmo haciéndome el fuerte, empecé corriendo, pero rápidamente las piernas me pusieron en mi sitio y a pesar de los ánimos, sobre todo de Amaya y las peques, es como hice toda la subida. No veía peligrar el 3er puesto así que me lancé a por la última subida y a disfrutar de la bajada final y el recorrido urbano por Zumaia.

Reto superado, por el camino difícil, saliendo de la zona de confort y probando de nuevo mis límites.

Subida a San Telmo. Zumaia Flusch Trail 2016

Entrada en meta en Zumaia

Tres primeros clasificados tras la entrada en meta