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miércoles, 25 de septiembre de 2019

Crónica de la Madrid-Segovia 2019 por Pablo Villalobos

Vamos a empezar por el principio

¿Por qué la Madrid-Segovia?

A finales de 2018 os contaba con un vídeo cual era el plan de mi temporada 2019 con todas las pruebas que tenía en mente. Desde luego el calendario era intenso y había algunas pruebas que se pisaban con otras y que decidiría en cuál participar según se fuera desarrollando la temporada y mi nivel de forma y motivación.


Tras una primera parte de la temporada centrada en clasificarme y preparar el mundial de Trail de la federación de atletismo, la segunda parte de la temporada, el verano, estaría centrado en participar en las pruebas de las Golden Trail Series de Salomon. Pruebas de altísimo nivel y más cortas, explosivas y alpinas (DolomitysRun, Sierre-Zinal, Marathon du Montblanc o Ring of Steal).

Finalmente los resultados en esas pruebas, aunque interesantes, no eran tan buenos como esperaba, y tras un verano muy completo de entrenamientos y competiciones en los Alpes decidí, tras correr la OCC del UTMB, que no viajaría a Escocia para la última prueba.

En esa última semana de agosto se abrió la posibilidad de plantearme participar en la Madrid-Segovia, que tenía prevista en mi calendario.

Había entrenado bastante durante el verano, con bastante desnivel y volúmenes entre 100-150km/semanales por lo que, aunque no hubiera hecho una preparación ni puesta a punto específica para una prueba tan larga como la Madrid-Segovia, pensaba que con una estrategia conservadora, podría terminarla con buenas sensaciones.

Ese fue el objetivo, dedicar las primeras semanas de septiembre a entrenar sin modificar los planes de trabajo, no hice tiradas largas ni entrenamientos específicos por el recorrido de la Madrid-Segovia, pero si estudié el recorrido sobre el track y los ritmos de carrera (A partirde la tabla de km-esfuerzo) para trazar una estrategia de carrera conservadora y conseguir finalizar la prueba con buenas sensaciones.

NO haber hecho una preparación específica ni una puesta a punto óptima, como un objetivo de rendimiento de la temporada, me obligaba a establecer una estrategia conservadora de carrera con el fin de hacerme el menor daño posible y, también, teniendo en cuenta que en dos semanas estaré en la salida de la SkyPirineu en Bagá.


¿Cuál era el objetivo?

Tras este rollo inicial, por concretar, el objetivo de mi participación en la Madrid-Segovia era, tener una experiencia fácil (Sin tener que desplazarme, si una exigencia deportiva alta, NO es un campeonato oficial y sin excesiva dificultad en el recorrido, ni desnivel ni tecnicidad) de cara a ir probando aspectos como: estrategia de carrera, alimentación, tiempo de carrera, etc.

Está claro que sin esa preparación específica no podía plantearme salir a disputar al 100% la prueba, por lo que me planteaba los siguientes objetivos:

-     -     Ir con la cabeza de carrera los primeros 30-40km, o más si se salía a buen ritmo.
-    -      Tomarme los avituallamientos con calma. Parar al menos un minuto en todos: Sellado de la tarjeta del camino de Santiago, rellenar botellas de agua/isotónico, comer algo.
-     -     Intentar correr todo el recorrido, sobre todo la parte más exigente desde Mataelpino a la Fuenfría.
-    -      No ir más rápido ningún km de bajada de 4’/km


Preparación de la estrategia de ritmos.

En base a la tabla de tiempos por las referencias de Km-Esfuerzo tomé como referencia los tiempos del ganador en 2014 que se quedó a 2’ del record de José Tabernero con 8h44. Era una referencia ya que como comenté, mi objetivo era ir en cabeza de la prueba los primeros 30-40km fuera el ritmo que fuera.

Lo fui consultando en cada uno de los avituallamientos para saber cómo iba.


Preparación de la estrategia de hidratación y alimentación.

Sobre una previsión de 9h de carrera, la recomendación es una ingesta de 60-75g/hora recomendada, pero en principio, al llevar una estrategia conservadora, una de las ventajas, es que puedes relajar algo el consumo de calorías, sobre todo teniendo en cuenta que aún estamos en un ultra relativamente corto (9h).

Salí con unos 200g de gominolas de fructosa, unos 150g de geles 226ers de melón con cafeína diluidos en agua en un softflask y 10 cápsulas de sales sub9h de 226ers (la idea era 1xhora). En Cercedilla dejé un redbull sin gas congelado que me fui bebiendo hasta la Fuenfría (Ya descongelado).

Como veis llevaba poco más de la mitad de calorías encima, pero la idea era comer algo en cada avituallamiento de la organización y en Cercedilla tenía una bolsa con un extra de alimentos: Geles y gominolas.

Respecto a la bebida, el objetivo era beber medio litro de agua entre cada avituallamiento, con algo de isotónico y beber también en cada avituallamiento. Con un total de 11 avituallamientos me iría fácil a unos 6-8 litros de líquido que podría ampliar fácilmente bebiendo en los avituallamientos dependiendo de las condiciones de calor/humedad. Además del líquido del softflask de los geles y el redbull.


Preparación de material

Como el objetivo no era exprimirme al máximo y buscar las menores secuelas posibles, aunque la Madrid-Segovia es una carrera ideal para las Slab Ultra 2, con las que corrí en la OCC por ejemplo, decidí ser más conservador y tirar de las Salomon Sense Ride 2 con las que entreno habitualmente y que me dan un extra de confort y amortiguación con buen agarre para el terreno que vamos a tratar.
A parte del calzado, mochila Slab de 5 litros para llevar manta térmica, envases para 1,5l, frontal, móvil, alimentos, un cortavientos fino, vaso plegable y poco más.

Dejé una bolsa para Cercedilla con ropa de cambio, por si llovía mucho, unas zapatillas secas, Sense Ride también. Pero no tuve que usar nada de ello.

Corrí con camiseta técnica Slab sin mangas y un pantalón corto de 7 pulgadas, por encima de la rodilla. La sensación siempre fue de fresco sin pasar calor en ningún momento de la prueba.


¿Cómo fue la carrera?

Vamos con la crónica del día de la prueba. La tarde del viernes pasé por el Hotel Cuzco a recoger el dorsal. La familia se subió a Guadarrama para no tener que madrugar y poder verme en los avituallamientos a partir de Mataelpino o Cercedilla.

Así que a las 9pm estaba en casa solo cenándome un buen plato de gnochi con salta al pesto y cebolla y a las 9:30 estaba ya acostado.

El reloj sonó a las 3am, desayuno habitual, café solo largo (taza) y 3-4 tostadas de pan de cereales con mantequilla (Normalmente las tomo con aceite pero del verano alpino me apetece más la mantequilla por ahora). Tras revisar todo el material y mochilas y con la ropa de competición a las 4am pillo un Zity para bajar a Plaza Castilla dónde aparco sin problemas a 100m de la salida.

Tras dejar la mochila de Meta (Roda de cambio) y la de Cercedilla y prepararme los geles diluidos con agua, a las 4:30 caliento un par de kilómetros muy suave y unos 15’ antes de la salida me coloco ya en la zona de salida para estirar un poco y charlar.

Es noche cerrada y hasta bien pasado Colmenar Viejo no apagaremos los frontales.

A las 5am se da la salida y acompañados por las bicis que abren carrera y un coche de la policía local, vamos recorriendo las calles de Madrid en esos primeros compases, casi nada de tráfico y algunos trasnochadores que vuelven a casa. Vamos un grupo de 6-8 corredores en esos primeros compases, un poco de charla y comentando lo que nos espera y el día que hace en lo climatológico.

En la pasada edición se salió bastante rápido, clavando los ritmos del ganador de 2014, pero luego lo pagaron mucho al final por lo que Jaime, Hugo y demás corredores de cabeza deciden este año salir más tranquilos y yo me dejo llevar.

En 1h15 llegamos a la pasarela que da acceso al avituallamiento de 3Cantos, Jaime me dice que el año pasado llegaron ahí mucho más rápido, sobre 1h10, vamos tranquilos un grupo de unos 6 corredores. Me entretengo en el avituallamiento como tenía previsto y salgo 4-5 del mismo, pero poco a poco por el carril bici de Colmenar nos volvemos a agrupar 5 corredores.

Las tormentas del día anterior hacen que un río que cruzamos varias veces esté con bastante agua y nos toca mojarnos los pies un poco.

Llegamos a Colmenar Viejo 5 corredores en 2h07, el parcial de referencia que llevaba marcado daba ese paso en 2 horas peladas por lo que vamos unos 7’ más despacio en 26km. De nuevo avituallamiento, sello, rellenar agua, comer algo de melón/sandía y unas galletas y seguimos.

Al salir de Colmenar tomamos un camino con algo de piedras, me coloco delante del grupo siguiendo a la bici que abre carrera y parece que nos estiramos un poco aunque en el avituallamiento del puente Medieval nos volvemos a juntar los 5 corredores ya de día nos quitamos el frontal.

Al salir del puente medieval comienzo a avivar el ritmo, ya sólo tenemos una bici que abre carrera y nos llevará hasta Segovia, buena paliza para el voluntario, me escapo un poco pero al mirar atrás sigo viendo al resto de corredores.

2h43 fue el paso por Puente Medieval, ahí no hay referencias de paso de tiempo pero por la tabla de km-esfuerzo, el ganador en 2014 pasaría en 2h35 por lo que voy +8’ de retraso.

A Manzanares el Real llego ya en solitario, aunque cuando salgo del avituallamiento ya llegan el 2º y 3er corredor juntos y se ve venir al 4º-5º (Jaime uno de ellos). 3h23 el paso por este punto, empiezo a recortar tiempo respecto a las referencias de km-esfuerzo del ganador en 2014 que hizo 8h44, por su referencia él pasaría por este punto en 3h18 por lo que voy +5 minutos.

No quiero acelerar mucho el ritmo, noto un poco de fatiga muscular y mucha tensión, espero no tener problemas de calambres, intento correr suelto y no lanzarme mucho en las bajadas con la referencia de no bajar de 4’/km pero ya empiezo a coger mi ritmo hasta Mataelpino que es dónde empezará la carrera de verdad con las subidas más fuertes.

Foto: Claudio Luna

Llego a Mataelpino en solitario con 4h clavadas, aquí el paso de 2014 fue de 3h52 por lo que vuelvo a estar +8’, pero no me preocupa, se que en las subidas, si las hago 100% corriendo, que es el plan, recortaré tiempo en los siguientes tramos de subida a la Barranca.

A partir de Mataelpino comienzan los tramos duros, buenas subidas para subir de Mataelpino y por el camino paralelo a la M607 y más aún cuando tomamos la pista de la Barranca, terreno bien conocido, 3km de subida hasta el parking donde estará el avituallamiento que hago a buen ritmo en torno a 6’/km o algo más rápido.

En el avituallamiento de la Barranca está Amaya que me da ánimos, le comento que voy muscularmente con un poco de tensión, pero voy bien en general, paro, sello, como, bebo, relleno la botella de agua y a seguir. 4h45 el paso por el avituallamiento de la Barranca, el paso de referencia de 2014 hubiera sido, de mantener el ritmo, 4h41, por lo que le he recortado 4’ en esa subida desde Mataelpino.

Tras salir de la carretera de la Barranca, una buena subida antes de cruzar la M601 por la Fonda Real y hacia abajo a Cercedilla. Me tomo con calma la bajada a Cercedilla y llego con buenas sensaciones, se que lo más duro será el tramo siguiente hasta la Fuenfría así que me tomo con calma ese avituallamiento parando unos 3 minutos.

Muchas caras conocidas en Cercedilla, pero hay que seguir adelante, cruzo Cercedilla, un recorrido por sus calles que he hecho varias veces, al pasar por la plaza del ayuntamiento me acuerdo mi debut en la primera carrera de montaña que corrí en 2014, la Cercedilla Trail Race, sigo tranquilo hacia la estación de tren, allí tomaré la carretera hacia las dehesas y comenzará lo duro. Estoy mentalizado de ello, quiero correr y mantener un buen paso, sin cebarme, pero sin relajarme, aunque vaya a buen ritmo se que me queda una hora o más por delante de esfuerzo continuo.

Cruzo la zona de las dehesas antes de tomar la Carretera de la República y disfruto de los ánimos de Amaya y las peques, comienza el terreno más tendido por la carretera, se suaviza algo la pendiente y el firme es muy bueno, mantengo la marcha aunque me puedo tomar un pequeño descanso en el avituallamiento que han montado en la bifurcación de la calzada romana. De ahí a la Fuenfría son 8kms y me restan unos 300-400m positivos, echo cuentas, a 6’km llegaría a la Fuenfría por debajo de 6h45 por lo que podría pelear por el record de la prueba. La proyección del ritmo de mi paso por Cercedilla me dice que debería llegar a la Fuenfría en 6h48, estoy en el tiempo e incluso le gané algo en el primer tramo de subida así que sigo concentrado.

Delante de mí a 40-50 marcha la bici que abre carrera, no mira atrás, sabe que vengo y le toca exprimirse en la subida para que no le pille. Voy mirando el reloj de vez en cuando, me cruco con senderistas y grupos que están de excursión, y me sorprendo con parciales más cerca de los 5’/km de lo esperado, voy rápido, no noto tanto la pendiente, aunque los kilómetros hacen mella, voy camino del km80 y sigo corriendo.

A 2km de la Fuenfría está animándome David López Castán, me dice que ya me queda poco, eso espero, estoy deseando llegar al avituallamiento para tomarme un respiro del esfuerzo de la subida con un pulso que voy marcando en torno a las 175p, el más alto de toda la prueba en la que siempre he rondado entre los 145-165p.

Llego a la Fuenfría, 6h36 marca mi reloj, me animan, saben que la bajada será en menos de 2h si no pasa nada y que el record lo tengo, hago mi rutina: sello, bebo, relleno la botella, como algo y descanso un poco más mirando las referencias en el móvil. Con ese paso de 6h36 me da una proyección en meta por debajo de las 8h15, pero se que lo que resta es bajada y seguro que pierdo algo de esa referencia, es más fácil ganar en subida con las referencias de km-esfuerzo. Me animan antes de partir, Sergio Mayayo me dice que haré 8h20, yo le digo, precavido, que más 8h25 que 20, pero arranco en bajada.

La pista que sale de la Fuenfría hacia Segovia es tendida, se corre a gusto, aunque los primeros kilómetros tiene bastantes piedras, mantengo mi marche sin bajar de 4’/km sin lanzarme, van cayendo kms a 4:10-4:15. Luego la carretera se estabiliza y aprovecho para pisar en la zona cubierta de pinaza, húmeda de las lluvias, y que amortigua mi apoyo reduciendo el dolor que me invade tras más de 80kms en cada apoyo.

Ya sólo hay que pensar en avanzar, el ritmo de carrera se mantienen, me encuentro bien y sólo noto los dolores musculares y articulares del tiempo de carrera, calculo sobre 1h45 a meta, unos 22-23km así que intento distraerme.

Disfruto del paisaje boscoso de la zona segoviana, de los ciclistas que nos cruzamos en sentido contrario y que preguntan al ciclista que abre carrera si soy el primero de la Madrid Segovia.
En los avituallamientos, caras conocidas como la de Elena Ugena, aprovecho para parar tranquilo, cada vez me cuesta más arrancar, tardo 50-100m en coger otra vez el ritmo crucero de 4’ poco, pero prefiero parar y disfrutar de los avituallamientos, sigo bebiendo, comiendo, aunque ya me voy relajando, desde la Fuenfría ya no tomo sales, me encuentro bien dentro de la fatiga.

Pasamos el último avituallamiento en Riofrío, menos de 8km a meta, por las referencias sigo pensando en 8h25 de carrera pero seguro que será algo menos, siguen cayendo los kilómetros por el entorno de Segovia, cruzamos la circunvalación por debajo y se que estoy en Segovia, algún aficionado nos espera y anima, pido referencias, menos de un kilómetro a meta y ya por las calles de Segovia, con muchas ganas de llegar, me relajo un poco ese último km, avanzamos por las aceras, esquivando a los segovianos y turistas que disfrutan de un sábado con un tiempo apacible, aunque no soleado, as nubes nos han acompañado toda la carrera pero la lluvia nos ha respectado hasta ese momento.

Foto: Claudio Luna

Y por fín entrada en meta dejando el acueducto romano a la derecha y detrás, coger de la mano a mis peques para entrar juntos en meta en 8h20:41, mucho mejor de lo esperado, pero el día, las sensaciones y todo acompañó para eso minutos crecieran más de lo esperado.

Por supuesto, tras descansar un poco, entrevista y ducha, tocó comerse unos judiones de la granja y un cochinillo segoviano al horno antes de la entrega de trofeo junto a Jaime y a Hugo.

Espero haber respondido la mayoría de las cuestiones que me han volcado en Instagram y Facebook, si no me lo repreguntáis aquí en el Blog 😉

7 comentarios:

  1. Bravo, Bravo,👏👏👏
    Gracias por tu crónica, tomamos nota y aprenderemos de tu experiencia.
    👏👏👏

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  2. Que placer leerte Pablo, a seguir corriendo para que disfrutemos en la lectura ;)

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  3. Enhorabuena de parte de uno que no pudo pasar de Cercedilla ;)

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  4. Perdona Pablo, veo que en tu crónica dices que en Cercedilla dejaste un redbull congelado. No sabía que existía este tipo de Redbull, y yo que soy de estómago delicado y no soporto el gas me vendría de perlas ¿Qué redbull es, el SHOT? Porque he buscado por internet y no encuentro nada al respecto.
    Y enhorabuena por tu victoria, pero sobre todo por no perder la sonrisa de principio a fin después del pedazo de esfuerzo.
    Un saludo

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    1. Hola! Perdona que no me expliqué bien. En Cercedilla habia dejado en mi bolsa de avituallamiento que me lkevaron allí un redbull, pero lo que hice fue con un redbull normal, lo vacié en una botella de plástico de 50cl, lo removí varias veces para quitarle gas y luego lo congelé en casa. Por la mañana lo dejé en la bolsa y cuando llegué a Cercedilla estaba líquido pero fresquito para tomármelo ;-)

      Un saludo

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    2. Ahora si me enteré y tiene sentido el que no encontrase ningun redbull sin gas en los supermercados jajaja. Gracias!!! Un saludo

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