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lunes, 4 de junio de 2018

Mi crónica del Cross Alpino del Telégrafo 2018



Pablo Villalobos iniciando la subida final al telégrafo desde el Puerto de Navacerrada. Foto: Luis Gómez


Cuando me decidí por la montaña quería que mi periplo fuera de largo aliento, sufrir se sufre, pero algo más sosegado y uno puede explorar, desde cierta agonía, los límites de su resistencia, pero no entra mucho en mis planes las careras de montaña cortas, por eso nunca me he planteado participar en las de la distancia corta de la RFEA y tampoco me atrae mucho pruebas tipo kilómetro vertical, aunque eso no quiere decir que nos las vaya a hacer, como sucedío este fin de semana en el Cross Alpino del Telégrafo.

Los calentones los sigo prefiriendo sobre el artificial del INEF, el bosque de la casa de campo o algún 10km o media maratón, para la montaña, si puede ser, carreritas de más de 2h y hasta ahora había cumplido ya que lo más corto que había corrido era sobre la distancia de maratón, en torno a 42km, salvo alguna etapa de la Transalpine en 2014, pero aquello era otra historia.

Pero con todo esto pudieron mis ganas de correr en la prueba de referencia de mi club de montaña, el Tierra Trágame, y como el MAM iba a ser excesivo teniendo el nacional Fedme la semana que viene en Borriol, pues me animé a estirar las piernas en el Telégrafo.

Para no relajarme, un compañero d camiseta, Ismail Razga, iba a poner el listón bien alto, un corredor duro y rápido, que ya me venció en nuestros dos enfrentamientos en 2016, en Zumaia, el 1º y yo 3º, y en el Marató Pirineu, el 1º y yo 2º.


De salida, mi idea era reservar fuerzas, quería fajarme en la bajada por lo que no quería llegar muy castigado al telégrafo, pero eso con Razga es complicado, y prácticamente en los primeros metros ya comenzó a abrir hueco del grupo iniciando su escapada en solitario. Me contuve un poco pero al pasar por el polideportivo e iniciar una suave bajada me escapé unos metros quedándome en tierra de nadie, tomé referencias y ya no quedaba otra que seguir. Para no exprimirme en exceso fui regulando, intentaba correr más rápido en las zonas planas que en las subidas, así alcancé a Ismail en las zonas de las alcantarillas ya pasado el embalse de Navalmedio. Fuimos juntos unos cuantos kilómetros, el paso por Campamentos y el inicio de la senda Wistle, pero cuando se empinaba el terreno yo prefería andar un poco e Ismail iba abriendo hueco poco a poco, aunque en los descansos le recortaba y eso hacía que nos mantuviéramos a poco metros de distancia, siempre a la vista.

Así fuimos hasta los últimos 2km de subida en los que la pendiente se acentuaba y, por tanto, la distancia se iba abriendo más y más. Sabía que las últimas rampas por las pistas de esquí justo antes y después del puerto, serían exigentes por lo que no quise cebarme y le dejé escapar más metros, aunque aún le veía al mirar hacia arriba, pero el último tramo hasta el punto de control de la pista del telégrafo, se me atragantó un poco y perdí la referencia visual. 41" me aventajó en ese punto Razga y comenzaba la subida lanzándonos por la pista del otro lado. Ahí empezaba mi carrera, pero ahí comenzaron los problemas técnicos.

Me lancé en la bajada a tumba abierta pero, en seguida sentí que algo no iba ben, las zapatillas, Salomon S-Lab ultra, empapadas tras vadear más de 7-8 veces los arroyos en la subida, en cada apoyo hacían que la plantilla se fuera resbalando hacia adelante, conclusión, tuve que reducir el ritmo de bajada y según llegué abajo de la cuesta me tocó parar, quitarme las dos zapatillas, colocar la plantilla y atarlas para salir a correr, conclusión, 1' de paró según mi amigo Strava, un poco contrariado, consciente de que Razga se me había escapado, retomé la carrera a buen ritmo hacia el avituallamiento del puerto, dispuesto a lanzarme en la bajada y, de nuevo, en la bajada fuerte de la pista hasta la zona de la estación del tren del puerto, las plantillas que se me iban hacia adelante.

Paré unos metros antes de cruzar la vaya y continuar la bajada, justo en la estación, y procedí a quitarme ambas zapatillas, sacar la plantilla, guardarla en mi pantalón y volver a ponérmelas, esta vez sin plantillas, y zumbando para abajo.

Esta vez el parón fue de unos 40", ya le iba cogiendo práctica, seguro que si me hubiera tenido que parar otra vez lo hago en 30", pero, por suerte, no hubo ocasión y ya sin plantillas pude correr cómodamente.

Bajé el primer tramo con algo de rabia, pero fue entrar en el camino del Calvario y lanzarme a fondo a pesar de que ya daba por seguro que no conseguiría alcanzar a Razga. En esos momentos no sabía cuanto tiempo había perdido, pero sabía que no era poco y Razga no es cojo bajando, así que aproveché esa zona muy corrible, a pesar del agua y las piedras, para quemar un poco de mala leche y marcarme un par de parciales a 3:10-3:15 con los que batí ese parcial de este tramo de bajada.

En la zona más técnica que nos llevaba hasta el avituallamiento de campamentos me relajé un poco, pero iba muy bien muscularmente, así que en cuento pude apreté a fondo, una pena tener que frenarse para el control de tiempos del avituallamiento de campamentos, te rompe el ritmo mucho, pero es lo que hay. A partir de ahí zona nueva que no conocía, sendero, llanendo con algún repecho, a buen ritmo, los parciales del Suunto seguían sub4', a veces 3:30, a veces 3:40, y de nuevo una parte final de bajada un poco más traicionera con algo de peralte y donde ya no quise arriesgar tanto para evitar sustos.

A pesar de ello la parte final, llegando a Cercedilla, por caminos y pistas, si que apreté un poco, no sabía las referencias por detrás y no me quería relajar ya que el título por equipo era por suma de tiempos y no podíamos regalar muchos segundos.

La entrada por las calles de Cercedilla ya más tranquila y la entrada a meta especial con mis dos peques con sus camisetas del Club Tierra Trágame consiguieron que se me olvidaran todos los problemas.

Pablo Villalobos entrando en meta bien acompañado. Foto de @carlosmunizcernuda

Al final podio al completo del Tierra Trágame con Razga primero, yo segundo y Juan Montoya 3º, imponiéndonos además en cada categoría, Montoya sub23, Razga Senior y yo Veterano A. Y una mención especial a uno de los alma mater de este club y prueba como es Juanma Agejas que, con Zegama en las piernas, entró 6º en meta.


Resultados del Cross Alpino del Telégrafo


Os dejo los segmentos de la prueba del Telégrafo para que los practiquéis para el año que viene :-P


Segmento de subida desde el polideportivo de Cercedilla (Antigua salida) hasta la estación del tren del puerto de Navacerrada:



Segmento final de subida desde las escaleras después de la Estación del tren del puerto de Navacerrada hasta el punto de control en lo alto del telégrafo:




Segmento de bajada del Camino del Calvario desde la Estación de Tren del Puerto de Navacerrada hasta el avituallamiento de campamentos




Segmento final de bajada desde el avituallamiento de Campamentos hasta Meta

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